Por Fernando Calmell del Solar, publicado en Expreso
¿Cuántas veces hemos leído o escuchado a distintas personas y opinólogos repetir que a los peruanos no les interesa la política, que los peruanos no quieren saber nada de las elecciones? Si miramos las últimas encuestas, dependiendo de la casa encuestadora, el “no sabe/no opina”, blanco/viciado y ninguno andan entre el 35 % y el 50 %; algunas más, otras menos. El resto del voto se dispersa entre unos pocos candidatos, y ninguno se despunta aún. Si solo queremos ver números, las frases podrían ser correctas.
Pero la realidad es que no lo son. Señores, a los peruanos sí les interesa la política, de lo que están hartos es de los políticos. Sí nos interesan las elecciones, lo que no queremos es tener que votar por los mismos de siempre, que se reciclan de partido en partido, o que ponen una nueva cara adelante para esconderse atrás y mantener su espacio de poder.
Estamos hartos de que los candidatos nos crean idiotas, que crean que, haciendo show con ropa típica, vamos a creer que son lo mejor para nosotros, porque según algún “marketero”, nos sentiremos identificados con ellos.
Los peruanos no somos sonsos, y nos damos cuenta cuando los candidatos no tienen nada que decir, cuando no tienen ideas claras y por eso recurren a los gritos, la matonería y las propuestas populistas y vacías, como la pena de muerte. Como si alguna vez el endurecimiento de las penas haya demostrado, en el Perú, ser una medida eficiente para combatir el problema. Además, sin tener en cuenta que, con el sistema de justicia capturado como está, los primeros en correr el riesgo de ser ejecutados serán ellos y no los criminales.
Señores, todos sabemos que el principal problema que afecta hoy a los peruanos es la seguridad, pero lo que muchos candidatos aún no entienden es que ese problema, manifestado con la palabra “seguridad”, va más allá de la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia común.
Sí, definitivamente, la seguridad que las madres de familia buscan es la de poder salir tranquilas de sus casas y que no sean asaltadas, pero también la de poder enviar a sus hijos al colegio y que no sean adoctrinados, o peor aún, envenenados por alimentos que el Estado reparte. La seguridad que buscamos pasa también por tener un Estado amigo que nos apoye a crecer o, por lo menos, que no nos estorbe.
Amigos, el problema no somos los peruanos, el problema siguen siendo los candidatos que hacen la política de siempre. Son ellos los que creen que tienen las soluciones mágicas y quieren imponerlas sobre la realidad de los peruanos; son ellos los que repiten, como un sketch de televisión, las mismas frases vacías. Son ellos (y sus financistas) los que enfrentan las elecciones con calculadora en mano para lograr, no el cambio que el Perú busca, sino recuperar o mantener su cuota de poder.
A los peruanos no nos interesan las recetas populistas y las propuestas de parches para que nada cambie; los peruanos queremos un cambio de ciclo.
Fuente: CanalB
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