El Gobierno peruano alista una de las decisiones más trascendentes de las últimas décadas: la compra de 24 aviones de combate para reemplazar a la flota de MiG-29 y Mirage 2000 que ya cumplieron su ciclo operativo. Para ello, el ministro de Defensa Walter Astudillo, el canciller Elmer Schialer y el comandante general de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Carlos Enrique Chávez Cateriano, viajarán a Suecia y Francia del 25 al 29 de agosto con el objetivo de evaluar directamente las propuestas de Saab y Dassault Aviation.
La misión oficial contempla reuniones de alto nivel con autoridades de Defensa y Relaciones Exteriores de ambos países, así como encuentros técnicos con los fabricantes de los modelos Gripen E y Rafale F4. El monto estimado de la adquisición asciende a US$ 3,500 millones, que incluye no solo las aeronaves, sino también transferencia tecnológica, entrenamiento y mantenimiento, un paquete integral que marcará la capacidad operativa de la FAP por las próximas décadas.
El Gripen E sueco se promociona como un caza ágil, de costos de operación más bajos y con posibilidades de ensamblaje local con participación de la industria nacional. En tanto, el Rafale F4 francés ofrece mayor capacidad de carga y la integración a un sistema de defensa aérea más amplio, aunque con un costo operativo superior. Mientras tanto, la opción del F-16 estadounidense, evaluada meses atrás en Washington, parece haber perdido peso por sus altos costos de mantenimiento y menor flexibilidad en transferencia tecnológica, aunque no ha sido descartada por completo.
El contexto regional añade presión a la decisión: Colombia cerró recientemente la compra de 16 Gripen con compensaciones industriales, mientras que la FAP opera apenas 15 aeronaves en condiciones de vuelo, la cifra más baja de Sudamérica. Esto coloca al Perú en un escenario de urgencia estratégica frente a vecinos que avanzan en la modernización de sus fuerzas aéreas.
La presencia del canciller en la delegación subraya el carácter diplomático de la negociación, que se desarrolla bajo un esquema de Estado a Estado. Según la agenda, el equipo peruano se reunirá el 27 de agosto en Estocolmo y el 28 en París. Aunque no se espera una firma inmediata, todo apunta a que el país regrese con la decisión prácticamente tomada sobre cuál será el nuevo avión de combate que definirá la política de defensa del Perú en los próximos años.
Fuente: CanalB
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