Por Augusto Cáceres Viñas

Cuando Trump ganó las elecciones en USA, muchos en el Perú pensaron que deberíamos buscar en nuestra patria un emulo del excéntrico Trump. Igual  pasó con Bolsonaro luego de su triunfo en Brasil.

A Milei lo podemos definir como un político lenguaraz, extravagante e histrionico. Liberal radical en lo económico o político, y moderado o conservador en lo social.

No me cabe ninguna duda que las formas estrambóticas y posturas desenfadadas de Milei, quien se lanza a la vida pública en el 2015, están influenciadas por las de Trump, quien se lanza a la presidencia de USA ese mismo año, cada cual en su estilo pero sumamente agresivos con sus opositores y desafiantes para expresar sus ideas.

Trump, Bolsonaro y Milei, son absolutamente auténticos y en cierta forma originales cada uno de ellos y por eso atraen a miles y millones de sus compatriotas, estén en lo cierto o errados, ofrezcan cosas que puede hacer u otras que serán imposibles de lograr, queda muy claro que creen y están convencidos que pueden hacerlo y eso es lo que transmiten, su seguridad y firmeza; discuten con cualquiera y se enfrentan a todos sus adversarios con aplomo y convicción.

Trump tiene el éxito económico y social de su lado, un multitudinario que labró su fortuna a punta de habilidad y arrojo, un triunfador.

Bolsonaro un exmilitar que desde muy joven fue líder dentro y fuera del ejército con una actitud siempre muy directa sobre sus creencias y posiciones, un hombre de comentarios chocantes y  “sin pelos en la lengua” que expresa con rudeza y de manera desembozada lo que piensa y no se calla nada y se ha enfrentado, siempre, a sus adversarios, sin temor. 

Milei de 52 años es el intelectual del grupo, con libros y artículos escritos y publicados y, es el más joven de este triunvirato; Trump 77, y Bolsonaro 67. Cómo todos ellos, es directo y frontal, con un hablar de absoluta convicción en contra de los que él piensa que están destruyendo su país. Es osado y arriesgado en sus adjetivos calificativos, y sin ningún temor cuando se enfrenta a sus adversarios; políticos, empresarios periodistas y sindicalistas. 

¿Debemos buscar un Milei, Trump o Bolsonaro en Perú? 

Si fuese así de simple la cosa, sugeriría un concurso, como los que hace un canal, para buscar al Milei peruano, igual como se hizo para el Rafael, Nino Bravo o el Camilo sexto peruanos, es decir un imitador, y para dirigir un país no necesitamos un imitador sino un personaje genuino y original, como nuestro ceviche. 

Un peruano que esté convencido de lo que dice y que pueda transmitir y defender sus posiciones con apasionamiento, argumentos y que los diga y sustente con claridad y sobre todo sinceridad, sin mostrar dudas ni dubitaciones, que sea frontal y claro como el agua, sin temor a nada ni nadie, y que lo haga con coraje y arrojo, pero con conocimiento y sapiencia. Abierto al diálogo pero intransigente con los corruptos y delincuentes. 

Un hombre que sea como todos pero que nos muestre lo mejor de cada uno de nosotros, y que esté absolutamente seguro que él podrá dirigirnos hacia El Progreso y la prosperidad, sin miedo ni cavilaciones. 

Que vaya región por región, provincia por provincia y pueblo por pueblo llevando un mensaje claro, alto y fuerte de unidad, identidad y peruanidad. Que se enfrente sin temor a los odiadores, divisionistas y antipatrias, para volver al plan original de nuestros padres fundadores de la República, el de trabajar juntos en ese PERÚ por el que nuestros próceres y precursores lucharon e incluso dieron la vida. 

Él PERÚ no es USA, ni Brasil, ni Argentina. Es un inmenso océano, con candentes desiertos y ubérrimos valles, de esplendorosas cordilleras y majestuosos nevados, desafiantes ríos e inconmensurable Amazonia. Con cinco mil años de cultura y civilización somos la patria que construyeron nuestros ancestros y el producto de un rico y maravilloso sincretismo que seguiremos enriqueciendo de padres a hijos y de los que vendrán después. 

No busquemos un Milei, Trump o Bolsonaro, sino alguien que entienda y sienta que somos la conjugación y síntesis de lo mejor de los peruanos. Uno que tenga un poquito de Pachacutec, algo Tupac Amaru, una pizca de Ramón Castilla, regular cantidad de Miguel Grau y la sapiencia de Basadre, pero sobre todo, mucho de él mismo.

Un peruano como tú y como muchos.

¿Alguien por ahí? 

¿Quizá usted?