Por José Luis Gil, analista político y ex GEIN
Publicado en El Reporte

El último 20 de octubre, en los pasillos del congreso de la República, el ministro de Economía, Alex Contreras, declaró a la prensa sobre la situación económica del país diciendo que “es sin duda una recesión, no me cabe la menor duda”, y “lo que queremos es salir de esta recesión con el crédito suplementario”. Al parecer, el ministro Contreras cree que el crédito solicitado resolverá los problemas del país, como si la inseguridad ciudadana y la pobreza, no estuvieran relacionadas con la situación económica. Al parecer el ministro vive en una burbuja fiduciaria independiente, desconectada de una realidad que influye en las expectativas económicas que de todas formas conmueven el mercado. Es para llorar este funcionario.

Las versiones de muchos vecinos de San Juan de Lurigancho, por ejemplo, nos han confirmado que la presencia permanente de extorsionadores y de crímenes en la zona, han encarecido los precios. Es decir, por causa de los criminales, los dueños de los negocios estarían trasladando a los ciudadanos, sus eventuales clientes, el precio de las extorsiones que deben pagar. Por otro lado, también se sabe que muchos de los que decidieron no pagar los cupos que los obligaban a entregar, se han ido de la zona, inclusive, fuera del país, abandonando el circuito económico en el que se encontraban. Los que no han tenido mejor suerte son quienes decidieron no pagar y permanecen en el lugar, ellos están bajo ataque permanente de los criminales, y algunos han terminado bajo las balas de los facinerosos. Esta es la realidad, ministro.

No debemos olvidar que San Juan de Lurigancho, es un distrito gigante que alberga más de un millón de ciudadanos, quienes han llegado de todas partes del país a poner sus emprendimientos ante la permanente precaria situación económica del país. Como este distrito, hay otros que están sufriendo el embate de la criminalidad y, como es altamente previsible, también está sucediendo en provincias. Como quiera que la vigilancia policial es pobre en dichos puntos, o, el trabajo de inteligencia es nulo, no dudamos que ya los criminales hayan doblegado a los comerciantes de los diversos negocios, y al igual que en SJL, ya estén pagando los “cupos”, con la misma dinámica de trasladarlo al cliente. Eso de todas maneras debe estar influyendo en la macroeconomía y por eso estamos en recesión. ¿Habrá alguna otra explicación?, seguramente, pero este factor, el de la inseguridad, debe tomarse en cuenta en el diagnóstico de la economía nacional.

Es por eso que debe entenderse que la lucha contra la criminalidad es estratégica para el país y su economía, porque mejora la imagen internacional y promueve los emprendimientos ciudadanos que ayudan a paliar la magra economía que nos dejara el COVID-19, y por qué no, las permanentes crisis económicas por las que ha atravesado el país. Negar la variable “inseguridad” en el diagnóstico de la economía nacional es una insensatez; y, por el contrario, tomarla en consideración, obliga al gobierno que las designaciones para los ministerios comprometidos sean hechos con seriedad, y quienes se hagan cargo de la seguridad tengan una verdadera estrategia que ayude a mitigar el fenómeno. Menos negación y más acción, señores del gobierno. ¡Sí se puede!