Carlos Alcaraz no solo volvió a brillar en el tenis mundial, sino que también sorprendió con un gesto de solidaridad que ha sido aplaudido en todo el mundo. Tras conquistar su segundo título del US Open y el sexto Grand Slam de su carrera, el español decidió donar 3 millones de dólares, más de la mitad del premio obtenido en Nueva York, para apoyar a niños con cáncer.

El murciano, de apenas 22 años, se impuso en la final del Arthur Ashe Stadium ante el italiano Jannik Sinner en cuatro sets, triunfo que le aseguró una bolsa total de 5 millones de dólares. Sin embargo, Alcaraz optó por destinar el 60% de esa suma a causas benéficas, reafirmando así que su éxito deportivo va acompañado de un fuerte compromiso social.

En declaraciones posteriores a su victoria, el actual número uno del ranking ATP explicó que se siente afortunado por gozar de buena salud y poder dedicarse plenamente al deporte, mientras que muchos niños enfrentan enfermedades graves. “Me siento muy afortunado de estar sano y poder jugar en la cancha, mientras que muchos niños sufren enfermedades, tanto físicas como mentales”, expresó.

Alcaraz añadió que su intención es compartir esa suerte con quienes no tienen las mismas oportunidades: “Quiero usar mi suerte y mi oportunidad para brindar esperanza, alegría y ayuda práctica a los menos afortunados”, dijo al justificar su donación. El gesto fue recibido como un ejemplo dentro y fuera del mundo del tenis, donde las figuras de primer nivel no siempre destinan parte de sus ganancias a labores sociales.

Con este logro, el español ya acumula seis títulos de Grand Slam —dos US Open, dos Wimbledon y dos Roland Garros— antes de cumplir los 23 años. Su fortuna, estimada en más de 53 millones de dólares, sigue en ascenso gracias a sus éxitos deportivos y contratos publicitarios, pero lo que más destacó en esta ocasión fue su capacidad de transformar un triunfo personal en un acto de generosidad hacia quienes más lo necesitan.