Fuente: EL REPORTE

El futuro de Lilia Paredes y su familia estaría fuera del país. Este martes 20 de diciembre se confirmó que la ex primera dama y esposa del golpista Pedro Castillo se encuentra asilada con sus menores hijos en la embajada de México, la misma que el 7 de diciembre fue sellada por varios ciudadanos para evitar que el profesor chotano huya a ese perímetro foráneo. El que oficializó esta data fue el mismo canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien indicó que ahora se está negociando con el gobierno peruano un salvoconducto para poder permitir el viaje de los asilados al país del mandatario Manuel López Obrador. Esto se da tras la prisión preventiva por 18 meses contra el vacado Castillo y cuando Paredes tiene encima una investigación en la Fiscalía.

“El asilo ya se les concedió porque están en territorio mexicano; es decir están en nuestra embajada y cuando están en la embajada, le concedes el asilo. Es una decisión independiente soberana de México. Ahora lo que se está negociando es lo que sería el salvoconducto para que si desean salir lo puedan hacer y venir a México, si así lo desean, pero están en territorio mexicano porque están en nuestra embajada”, dijo el canciller mexicano.

Previamente AMLO ya había dado una pista sobre este desenlace. Apuntó que estaba en manos del profesor chotano solicitar el asilo para sus parientes y que su gobierno estaba dispuesto a ceder. “Va a depender de la voluntad del presidente Castillo. Se hizo una solicitud, se lleva a cabo un proceso y se le tiene que preguntar si él está de acuerdo, si lo desea. Nosotros tenemos las puertas abiertas para el (ex)presidente del Perú, su familia y todos los que se sientan perseguidos, acosados en el Perú”, dijo en conferencia de prensa.

El asilo tiene dos desenlaces posibles: 1) el gobierno no le da el salvoconducto a la familia Castillo y se quedan indefinidamente bajo los muros de la embajada o 2) aprueban el trámite y se van del país. Así lo señaló el ex canciller peruano Eduardo Ferrero. “El gobierno lo niega o lo aprueba”, dijo y agregó: “Pueden pasar meses en la embajada”.

Este caso se da en un contexto particular. Lilia Paredes es actualmente investigada por la Fiscalía y viene cumpliendo una comparecencia con restricciones (si se va del país incumpliría la medida). La acusan del delito de organización criminal. En la estructura delictiva, de acuerdo a la hipótesis fiscal, está ubicada en el brazo familiar que estuvo operando desde Palacio de Gobierno y su función había sido la de “coordinadora”: presuntamente viabilizaba, financiaba y aceleraba proyectos de inversión pública vinculadas a ejecución de obras en las diferentes entidades de los gobiernos subnacionales. En esta secuencia también se incluyó a su hermana Yenifer Paredes, quien habría sido el intermediario para estas acciones.

“La organización criminal, quienes, con la activa participación de altos funcionarios de Estado, habrían constituido, dirigido, promovido, controlado, supervisado, administrado y coordinado una estructura que involucraría al Presidente de la República (Pedro Castillo), la primera Dama Lilia Paredes Navarro, y sus hermanos Yenifer Paredes Navarro, David Paredes Navarro, Walther Paredes Navarro, así como a su amigo José Nenil Medina Guerrero”, se lee en el material fiscal.

Asimismo, en la Segunda Sala de Apelaciones quedó pendiente desde el pasado martes 6 de diciembre la resolución sobre el pedido de prisión preventiva contra Paredes.

Para el presidente de la Comisión de Fiscalización y congresista de Fuerza Popular, Héctor Ventura, “mientras haya una investigación pendiente no deberían huir del país”.

Al aletargarse el proceso y, en consecuencia, no resolverse sus responsabilidades en el aparato criminal que habría liderado Pedro Castillo, la ex primera dama podría estar viviendo sus últimas líneas en Perú.

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