Fuente: EL REPORTE
El gobierno estaría cavando su propia tumba al no ponerle un candado a las amenazas de una insurrección en el país. Ahora el último frente en oficializar su participación en la “Tecera Toma de Lima” es la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (Cunarc). Los supuestos 30.000 agremiados de sus filas se unirán al resto de grupos que siguen enarbolando exigencias sin asidero: la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, la liberación-reposición de Pedro Castillo, el adelanto de elecciones, una asamblea constituyente y más. El freno que deben poner las autoridades no solo es por la trágica experiencia de la primera ola de violencia, activada curiosamente después del golpe de Estado del profesor chotano, sino también por la carga ideológica que se está dejando pasar y también por otros efectos inmanentes como el reinicio de las pérdidas económicas. Y como cereza Aníbal Torres sigue alentando esta movida. Nuestras líderes políticos deben entender que se está allanando un marco que podría lindar con la complicidad.
La amenaza
En la ciudad de Juli, Puno, hubo un encuentro definitivo el pasado sábado 17 de junio. En lo que se llamó el Sexto Encuentro Regional, las cabezas de los grupos en rebelión aseguraron que la manifestación en Lima empezará el 19 de julio. El mismo teniente gobernador de Laraqueri, Jaime Machaca, se apuntó en este intento por dinamitar a los políticos que estocaron al golpista Pedro Castillo. “Vamos a viajar 1.000 personas. La región de Puno tiene 13 provincias y, en ese sentido, vamos a viajar 13 mil (ciudadanos). Se está coordinando ahora con las regiones de Moquegua, Cusco y Apurímac”, dijo.
Quien también viene jalando sutilmente el mismo hilo es el gobernador de Puno, Richard Hanco, "Mantenemos nuestra posición, dejamos a la población este tema, hay un sentimiento de rechazo a nivel del país y se nota las encuestas", apuntó.
En el caso de Cusco, tomó la palabra Walter Torres, secretario de la Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru, quien es investigado por el delito de peculado de uso por "hospedar en un recinto del Estado" (como reza un informe de la Contraloría) a cientos de manifestantes en enero de este año. “Nosotros no tenemos miedo y tenemos que continuar”, indicó con aires de inmolación. “La población de Cusco siempre hemos sido combativos y vamos a participar de esta Toma de Lima”, agregó.
Por otra parte, el denominado Comité Nacional de la Lucha de las Regiones del Perú adelantó que la movilización será desde el 22 de julio hasta el 24 de julio, a puertas de las Fiestas Patrias.
Y a esta asonada no podía falta la Confederación General de los Trabajadores del Perú (CGTP): “Dina Boluarte debe renunciar antes del 19 de julio y evitar la convulsión social”, anunciaron.
El hallazgo
En medio de todo este rosario de advertencias la Policía Nacional del Perú (PNP) descubrió justamente en Puno a tres personas introduciendo al país armas de guerra y municiones, todas traídas de Bolivia, país de uno de los principales azuzadores de la izquierda regional: Evo Morales.
El azuzador
Y por si fuera poco, el ex primer ministro Aníbal Torres sigue apelando a su licencia para azuzar sin que le caiga algún castigo. En una entrevista que dio para la Red de Medios Regionales del Perú, dijo que “en el Perú tenemos un gobierno golpista y que por eso tenemos que recuperar la democracia”.
Esta arremetida subversiva se presenta como una encrucijada crítica para cualquier gobierno que aspire a la estabilidad y la seguridad de su nación. El tiempo va a jugar un papel ineludible. El curso de acción que se adopte, o la falta de acción en la que se caiga, moldeará irrevocablemente el destino político de la administración y también la del país.
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