Fuente: EL REPORTE

La destitución de Pedro Castillo trajo a colación una gira violenta de distintas estructuras rebeldes a lo largo y ancho del país. En 14 de 25 regiones —entre estas Apurímac, Ayacucho y Arequipa— se viene desarrollando un radicalismo solo comparado con la época del terrorismo. Han quemado comisarías y hasta una sede del Ministerio Público; han tomado por asalto hasta cinco aeropuertos; han bloqueado más de 10 carreteras —lo que provocó la lamentable muerte de un bebé que venía a un hospital a Lima—, y mucho más. Pese a todo esto, la Defensoría del Pueblo exhortó a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional a no usar medidas disuasivas más drásticas, olvidando lo tanto que amerita este tipo de estrategia por el calibre de las manifestaciones. La pregunta que cae de madura es: ¿para quién juega esta institución?, ¿su consigna es amarrarles las manos a los últimos defensores de la democracia y darle pase libre a estos movimientos que tienen entre sus filas a remanentes de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru? Los cuales no solo se encuentran en las radicales expresiones en regiones, sino que ayer han estado libres por el centro de Lima.

“Tras el fallecimiento de dos personas y decenas de personas heridas durante intento de toma del aeropuerto (de Ayacucho) por parte de manifestantes, exigimos al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas el cese inmediato del uso de armas de fuego y de bombas lacrimógenas lanzadas desde helicópteros”, escribió la entidad liderada por la interina Eliana Revollar.

Como una forma de alargar el golpe de Estado de Pedro Castillo —quien ahora deberá cumplir 18 meses de prisión preventiva en el penal de Barbadillo—, varias regiones han iniciado un levantamiento. La primera fue Apurímac, específicamente en Andahuaylas. Esto hizo eco luego en otros lugares como Ayacucho, donde un numeroso grupo de manifestantes tomó el aeropuerto Alfredo Mendívil Duarte.

Al comienzo un comandante del Ejército presente intentó apelar al diálogo. “Acá no pueden entrar. Vamos a avanzar, no queremos tener problema, no queremos tener accidentados, no queremos tener lastimados, por favor. Nosotros somos del pueblo igual que ustedes. Entonces, por favor, retírense. Tengan la amabilidad de retirarse. Yo sé que ustedes son personas que entienden, educadas, pacíficas”, dijo.

(Comandante y su fallido intento de disuadir a los manifestantes)

Pero la respuesta fue negativa y hasta forcejearon con una periodista que iba registrando toda la secuencia. “No grabe esto ¿o no entiende? O atente a las consecuencias", le dijo uno de los integrantes de estos grupos rebeldes.

(Grupos rebeldes amenazaron a una periodista ayacuchana)

Y luego iniciaron su plan de destruir todo a su paso. Quemaron llantas, empezaron a lanzar piedras ayudados con hondas, manipulaban palos para golpear tanto a sus antagonistas como a los que salían de sus filas y más.

(Aeropuerto fue tomado. Este y otros disturbios dejaron 7 muertos.)

El mismo gobernador regional de Ayacucho, Carlos Rojas Carbajal, señaló que la gresca la iniciaron los que tomaron por asalto el centro aéreo. “Lo que ocurrió es que en la zona del aeropuerto (Alfredo Mendívil Duarte), cuando los manifestantes se acercaron, ahí se originó este enfrentamiento”, apuntó.

En simultáneo, se venían desarrollando otros actos vandálicos en la misma región, que lindaban con el terrorismo no solo por su modus operandi, sino porque se sabe que se han integrado varios elementos que fueron parte de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Así lo confirmó el mismo jefe de la Dircote, Óscar Arriola. Estos enfrentamientos dejaron un saldo de 7 fallecidos y 52 heridos, de acuerdo a lo indicado por la Dirección Regional de Salud (Diresa) Ayacucho.

(Entre los heridos habían elementos de las FF. AA. y de la PNP.)

En la Editorial de El Montonero se hizo hincapié en cómo la Defensoría trata de limitar a nuestras Fuerzas Armadas en un contexto tan complejo como este. “Si la Defensoría del Pueblo pretende que nuestros soldados no hagan uso legítimo de la fuerza, ¿acaso se propone que se vuelvan a bloquear las carreteras nacionales, que se estrangule el abastecimiento de las ciudades, que se destruya la infraestructura energética e hídrica del país y, por lo tanto, unas vanguardias de no más de 10,000 personas dobleguen la voluntad de más de los 30 millones de peruanos? ¿Cuál es el sentido del pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo?”, se lee.

Desde este diario, a su vez, estamos en contra de uso brutal de la violencia y lamentamos las muertes, sean causadas por los violentistas o las fuerzas del orden. Cada acto violento atenta contra la civilización. Sin embargo, jamás apañaremos los intentos de una institución desprestigiada para limitar las Fuerzas Armadas, que legítima y heroicamente quieren reestablecer el orden y el Estado de Derecho.

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