Fuente: EL REPORTE

La desconexión con la realidad de Pedro Castillo se convirtió en un hábito permanente. Lejos de apelar al escarmiento por el intento de quebrar el orden constitucional, ha vuelto a maniobrar para encontrar un atajo que lo devuelva al sillón de Pizarro. El profesor chotano, quien viene cumpliendo una prisión preventiva por 18 meses en el penal de Barbadillo por los delitos de rebelión y conspiración, pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que lo ayuden en su liberación a fin de ser repuesto en el poder. Creyendo en la viabilidad de esta solicitud —que no tiene asidero por ningún lado—, ha venido acentuando sus desaires contra el Congreso. La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales le envió un pliego de 11 preguntas y a todas les dio las misma respuesta. Tal vez son los manotazos de ahogado de alguien que intuye su siniestro final ahora que la Fiscalía pediría en el corto plazo que se extienda la actual medida cautelar a 36 meses.

El último 21 de febrero, el exministro de Defensa de la gestión chotana, Walter Ayala, dio a conocer que el fallido proyecto de dictador buscó a la CIDH para que intermedien en su situación legal en Perú. “Ante demora injustificada del Poder Judicial en resolver (acción de) amparo, Pedro Castillo solicita a la CIDH su restitución como presidente constitucional del Perú, y su inmediata libertad. En los próximos días habrá novedades”, tuiteó el ex funcionario, quien también es uno de los abogados —el otro es Eduardo Pachas— del reo.

Esta solicitud, sin embargo, caerá en saco roto rápidamente. Por dos motivos: 1) no tiene asidero legal y 2) si la CIDH lo acata estaría yendo en contra de su propio rechazo al golpe de Estado (así lo comunicó el mismo 8 de diciembre).

Sobre la primera razón, respectivamente, el abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL), Carlos Rivera Paz, explicó para Infobae que el movimiento de Castillo es solo “un gesto para la tribuna”. Además de adelantar que es “inviable”, calificó de “errática” a la estrategia legal. “Ha tenido casi media docena de abogados. No veo una estrategia sostenida. Ahora se pretende usar el sistema interamericano para resolver este tema [la liberación y reposición en el cargo], lo cual es desde ya imposible”, mencionó.

Rivera Paz también hizo hincapié en lo segundo. Un día después del golpe de Estado, el 8 de diciembre, la CIDH se había pronunciado. “La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condena las decisiones contrarias al orden constitucional en el Perú, reconoce la respuesta democrática de las instituciones del Estado y llama a garantizar la gobernabilidad con apego al Estado de derecho”, se lee en un extracto. De acuerdo al abogado, “lo que tendría que pasar acá es que la comisión se retracte de este comunicado, lo cual no va ocurrir y jamás ha pasado con ningún otro caso”.

Para la exprocuradora anticorrupción, Katherine Ampuero, el pedido de Castillo no tiene futuro. “Yo no creo que esto vaya a proceder. Descarto totalmente que eso vaya a pasar. Sería una injerencia política en nuestro país absolutamente irregular. Así que sería un manotazo de ahogado que estaría dando Pedro Castillo”, dijo. Luego, agregó: “Vamos a continuar con Dina Boluarte como presidente de la República hasta el 2026 si es que el Congreso de la República no logra consensuar para las elecciones generales del 2024. Aseguró de esta forma que “Pedro Castillo no va a regresar a ser presidente de la República”. “Lo único que le queda es cumplir una prisión preventiva mientras va a esperar ahí hasta que se resuelva su situación jurídica que yo creo que va a terminar con una sentencia condenatoria ya sea por lo que pasó el 7 de diciembre en el tema del golpe de Estado o que ya tiene lo otro por el tema de corrupción que también el Congreso de la República ya tiene lo del antejuicio y organización criminal. Ya la Fiscalía ya inició este proceso porque ya tiene esta autorización del Congreso de la República. Ya se inició esta investigación preparatoria por el delito de corrupción de funcionarios y organización criminal. Y yo creo que aquí también le va a venir otro requerimiento de prisión preventiva y probablemente esta vez ya no sea por 8 meses sino por 36 meses”.

Castillo sabe que tocó fondo, razón por la que viene sorteando recursos sin pies ni cabeza. Como dijo también la misma exprocuradora: “El único futuro que le queda es tras las rejas”.

Si quiere suscribirse a todo el contenido de El Reporte vía WhatsApp dele clic a este link: https://bit.ly/3DKKJfs
También puede ingresar a su cuenta de Telegram: https://t.me/elreporteperu