En pleno inicio de la temporada turística se retomarían las movilizaciones sociales de diciembre del año pasado en diferentes regiones del Perú, algunas de las cuales se tornaron sumamente violentas y ocasionaron las muertes de 27 personas.
Además de las pérdidas humanas, las manifestaciones produjeron grandes pérdidas económicas por la destrucción de propiedad privada, el bloqueo de carreteras, el temor ocasionado en la ciudadanía, entre otros.
Los aeropuertos del Cusco, Arequipa, Puno, Ayacucho y Apurímac tuvieron que dejar de operar algunos días del mes pasado, impactando negativamente en las empresas relacionadas con el turismo interno e internacional, muchas de las cuales son pequeñas y dependen del día a día.
Hoy el 60 % de las reservas de grupos internacionales al Perú para este año están suspendidas y corren el riesgo de ser canceladas según información de la Cámara Nacional de Turismo – Canatur.
En este sentido, uno de los principales temores es el daño de la imagen del país y de los principales sitios turísticos peruanos como destinos inseguros, principalmente por el bloqueo de vías de comunicación.
Fuente: CanalB
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