Las manifestaciones de los últimos días en la región Apurímac cobraron las vidas de dos personas, un joven de 18 años identificado como Romario Quispe, y un menor de edad de 15 años, que fue alcanzado por un proyectil de un arma de fuego.

El aeropuerto de Andahuaylas fue uno de los principales espacios atacados. Cientos de personas quemaron algunas de sus instalaciones, como casetas.

Otro de los lugares duramente afectados fue la comisaría de Huancabamba, la cual fue incendiada luego de que se conociera la muerte del menor de edad.

A través de RPP, el director del hospital de Andahuaylas confirmó que los heridos fueron al menos 30 y dos de ellos resultaron alcanzados por balas, las cuales no están autorizadas de usar por la Policía Nacional.

Otras partes del Perú en la que se registraron disturbios fueron el mismo Centro de Lima, la carretera Panamericana Sur en la zona de Ica, la localidad de Chala en Arequipa, Huaura y Virú en la región La Libertad.