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Un mes después, por Kike Uceda

Publicado el 09 de enero de 2023

Por Kike Uceda

 

El pasado 7 de diciembre cayó el golpista Castillo y asumió Dina Boluarte. Esta aberración ocurrió porque el adormitado Congreso de la República demoró meses en procesar una clarísima infracción constitucional contra Boluarte, permitiendo que la Sub-comisión de Acusaciones Constitucionales encargara al comunista Edgar Reymundo sustentar el delito ante la Comisión Permanente. Parece que la ingenuidad es un mal endémico en el país.


Cuatro días más tarde publiqué mi blog “Historia reciente de la Guerra Anticomunista en el Perú” donde afirmaba que habíamos ganado una batalla pero no la guerra y me llamaba la atención la candidez de los que esperaban un gobierno de unidad nacional y otras insensatas declaraciones al escuchar la engañosa perorata de la Boluarte. Qué rápido olvidaron que nuestra nueva presidente fue cómplice de Castillo durante 18 meses, simpatizante de los “Dinámicos del Centro”, investigada por nepotismo (hermano y sobrino contratados por Minedu que cobraron S/.182000) y denunciada constitucionalmente para ser destituida.


Felizmente, después del 7 de diciembre, este gobierno transitorio está siendo parcialmente controlado por el Ministerio Público y nuestras FFAA y PP. De otro modo, la malévolamente organizada asonada terrorista que incendiaba la pradera mientras el gobierno propiciaba el diálogo y enviaba a la Policía sin armamento, habría tomado el ejecutivo, cerrado el congreso, impondría la Constituyente y hasta habría apresado al Ministerio Público y repuesto al rufián ahora preso.


Cuando finalmente se decidió suspender las garantías constitucionales, instaurar el toque de queda y enviar al ejército con la policía reglamentariamente armados, se controló la situación. Se registraron 27 muertes y ya la caviarada quería culpar a los defensores. Pasadas las fiestas, los insurrectos anunciaron una huelga el 4 de enero con la probable reiniciación de desmanes. Lo primero que hace Boluarte es despedir a Juan Carlos Liendo, el experto hombre de inteligencia que días antes recibiera la sorpresiva pero afortunada noticia de haber sido nombrado director de la DINI. Se dice que Liendo fue separado porque dijo –correctamente- que las protestas eran terroristas. Hoy, 8 de enero, la violencia regresó al sur y nuevamente nuestros policías han sido enviados desarmados a recibir piedras, material explosivo, mientras los incendios y bloqueos de carreteras totalizan 59 puntos, incluyendo la frontera con Bolivia.


¿Qué pasa con Dina Boluarte?

  1. Dejó escapar a la esposa de Castillo a México.
  2. Su descontrol de la diplomacia aún mantiene en sus puestos a los impresentables Rodríguez Cuadros, Forsight y Maúrtua, pero su inacción raya con la traición al no haber expulsado al embajador cubano que continúa en su mansión conspirando impunemente contra el Perú. Finalmente, consultada sobre las actividades sediciosas bolivianas en el sur, manifestó que iba a conversar con Inmigración para examinar el caso.
  3. En entrevista con Exitosa declaró que lo de la Asamblea Constituyente sigue en pie, dependiendo de una consulta popular. La noche anterior se presentó en Willax y su discurso fue diametralmente diferente.
  4. Ha permitido las insolentes expresiones levantiscas de Bermejo y otros senderistas infiltrados en el Congreso.
  5. Ha callado en todos los idiomas con respecto al JNE que pretende atornillarse en el cargo y mantener las esperanzas de la caviarada para repetir el plato en el futuro proceso electoral.
  6. Mientras el Sur arde en descontrol, convoca al inútil y desfasado Acuerdo Nacional para mañana, entidad mantenida absurdamente, dirigida por el comunista Max Hernández y asesorada por su ex socio del Instituto Tavistoc de Londres, Francisco Sagasti, el gran responsable de la ascensión fraudulenta de Castillo.
  7. Como bien apunta Fernán Altuve, se ha rodeado de Humalistas, Vizcarristas y Castilistas para que la ayuden en mantenerse en su efímero sillón, ya no hasta julio 2026, cuando muy oronda dijo que gobernaría “para todas y para todos” hasta la fecha aludida, sino ahora obligada a recortar un mandato que obviamente está muy lejos de entender.


No me cabe duda que si el posible deterioro de la crisis continúa, Dina Boluarte haría mejor en renunciar, antes que empecemos a lamentar fallecimientos de nuestros soldados y policías. El gobierno pasaría constitucionalmente a manos del Presidente del Congreso, quien sí sabe cómo luchar y abatir a Sendero.
 

En este momento, tres frentes tienen precedencia:

  1. Desratizar al país.
  2. Dejar que el pueblo pueda trabajar y asistir a sus familias.
  3. Iniciar una fuerte campaña para encontrar un solo candidato con el fin de recuperar la democracia y asegurar nuestra libertad y progreso.
 
 
 

Fuente: CanalB

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