Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, volvió a referirse a la situación política peruana y a victimizar al expresidente Pedro Castillo aseverando que su destitución fue un golpe de Estado.

“Ya hemos dado nuestro punto de vista. Sostenemos lo mismo, que fue un golpe del conservadurismo del Perú, de los mandamases del Perú, que como los conservadores de México son clasistas, racistas y muy corruptos”, dijo López Obrador en su programa matutino.

Para esto ya el presidente del Consejo de Ministros de Dina Boluarte, Alberto Otárola, le había pedido expresamente que no hable más de los asuntos internos del Perú.

Por su parte, la ex primera dama Lilia Paredes manifestó su preocupación por la salud de su esposo, quien se encuentra cumpliendo prisión preventiva por 18 meses luego de su fallido intento de disolver el Congreso de la República.

Paredes se encuentra hoy en territorio mexicano junto a sus hijos menores de edad. El caso de su asilo político ocasionó que el embajador mexicano en el Perú fuera expulsado del país.