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La izquierda de hoy en el Perú, por Juan Carlos Suttor

Publicado el 03 de agosto de 2023

Escrito por Juan Carlos Suttor

 

Realmente es lamentable el rol que juega hoy la izquierda en el Perú. Quienes la representan en la actualidad dan lástima, vergüenza y hasta risa.

 

Hubo un tiempo en el que el Perú tuvo gente de izquierda que, aunque muchos no queríamos ni comulgábamos con ellos, eran consecuentes con su doctrina y, sobre todo, creo, eran personas decentes. Ahí están Jorge del Prado, Genaro Ledesma, Javier Diez Canseco, Ricardo Letts, Rolando Breña, Manuel Dammert o Alfonso Barrantes, que llegó a ser alcalde Lima, entre otros.

 

Tan es así que el sociólogo Alberto Adrianzén, editor del libro “Apogeo y crisis de la izquierda peruana”, sostiene que, en la década de los ochenta, la izquierda en nuestro país era la más grande de Sudamérica debido al gran trabajo político que desarrollaba en las diversas regiones con un solo objetivo: representar al pueblo en el poder.

 

En los noventa, la izquierda, representada por Sendero Luminoso y el MRTA, cayó en desgracia. Los peruanos, gracias al gobierno del presidente Alberto Fujimori y del GEIN pudimos respirar en paz nuevamente, luego de que se redujera (no desapareciera) a estos dos grupos terroristas.

 

Lamentablemente, en el año 2000, durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua y después, durante el período de Alejandro Toledo, hoy preso, se cambiaron, las reglas de juego y los terroristas que habían ido a dar a las cárceles del país empezaron a recibir un trato más benévolo, mucho más comprensivo y se les abrieron las puertas de los centros de reclusión, para que salgan en libertad, con sanciones más benignas. Por otro lado, la Comisión de la Verdad y Reconciliación, con sus equivocadas conclusiones, demolió a nuestras FF.AA. 

 

Según cifras de la Dirección Contra el Terrorismo, 514 terroristas salieron libres durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua y alrededor de 2.300 durante el gobierno de Alejandro Toledo. Es decir; el mundo al revés.

 

Los terroristas, en la cárcel o fuera de ella, son peligrosos y, sobre todo, organizados. Mientras los gobiernos que le sucedieron al de transición bajaron la guardia y flexibilizaron las normas para soltar en las calles a miles de ellos, como ocurrió mayormente durante el gobierno de Toledo, los subversivos se reagruparon y volvieron a la lucha política y criminal, infiltrando sus nuevos cuadros en las universidades, en los sindicatos y en las filas del magisterio, como pudimos ver en la huelga magisterial del 2017 liderada por el reo Pedro Castillo, con la presencia del Conare, apéndice del Conadef, el brazo político de Sendero Luminoso. Estos grupos son expertos en promover manifestaciones callejeras y generan disturbios sociales, porque es su escenario ideal.

 

Hasta aquí un primer ingrediente para el cóctel que es la izquierda hoy día.

 

Un segundo elemento, son "los políticos" y ahí están el curita Marco Arana, la siempre perdedora y oportunista, Verónika Mendoza, el astuto Vladimir Cerrón, los acusados de terrorismo Guillermo Bermejo y Puka Bellido; Yonhy Lescano y entre otros, toda esa porquería comunista que se encuentra en el Congreso y que llegó por el partido Perú Libre. Estos últimos, un montón de individuos ignorantes y mal trajeados, ni siquiera hábiles en el idioma castellano, nuestro idioma.

 

El tercer elemento es, a mi parecer, toda la izquierda caviar, financiada con millones de dólares de ONG comunistas del exterior y avalada por la también izquierdista CIDH, que no tienen idea de lo que sucede en el Perú y que bancan a organizaciones como el IDL de Gustavo Gorriti y a otras como El Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán o Manuela Ramos, entre muchas otras. En este grupo incluyo a personajes deleznables como Rosa María Palacios, Claudia Cisneros, Juliana Oxenford, Augusto Álvarez Rodrich, Martín Tanaka, Fernando Vivas, Fernando Tuesta, Martín Hidalgo, Gustavo Mohme, Gino Costa, Flor Pablo, Susel Paredes, Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, entre muchos otros.

 

Y el último elemento de este venenoso cóctel son el narcotráfico, la trata de personas, la minería y la tala ilegales, Evo Morales con su proyecto Runasur, el Grupo de Puebla y el Foro de São Paulo.

 

Si a esto le sumamos que estamos bajo el mandato constitucional de un gobierno marxista, el escenario actual es sumamente preocupante. 

 

Los poderes públicos, las universidades, los colegios profesionales, la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes del Perú (ADOGEN), las organizaciones gremiales, los partidos políticos, las instituciones de la sociedad civil en general, la prensa y nosotros como individuos, estamos en la obligación de defender a nuestra precaria democracia para desenmascarar y denunciar a todas estos "políticos", organizaciones de fachada y las que están por venir, que se presentan bajo un discurso de nueva constitución, renuncia de la presidenta Dina Boluarte y reposición del reo Pedro Castillo.

 

Y sí, sobre todo, no descuidemos la lucha antiterrorista.

 

 

 

Fuente: CanalB

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