Hace un año, Giorgia Meloni lograba un histórico triunfo en las elecciones generales de 2022 en Italia, marcando el inicio de un período de reformas estructurales destinadas a sacar al país de décadas de estancamiento económico.

El enfoque de su administración ha sido reducir la carga fiscal y eliminar obstáculos al crecimiento económico, logrando resultados significativos en el primer año de su mandato.

Uno de los logros más notables de Meloni ha sido la aprobación de una reforma tributaria que redujo las tasas impositivas para individuos y empresas. Esto incluyó la implementación de una tasa única y reducida, conocida como "flat-tax", que ha beneficiado especialmente a la clase media y las empresas.

En el ámbito laboral, se llevaron a cabo reformas destinadas a flexibilizar y modernizar la legislación laboral, con un énfasis en la contratación de jóvenes menores de 30 años. También se implementaron incentivos fiscales para la creación de empleo y se amplió el límite de duración de los contratos a plazo fijo.

Estas reformas tuvieron un impacto positivo en el mercado laboral, con una reducción significativa de la tasa de desempleo, que alcanzó su nivel más bajo en 14 años, ubicándose en un 7.6% de la población activa. La tasa de ocupación también experimentó un aumento, llegando al 61.3% de la población total de referencia.

Además de las reformas fiscales y laborales, Meloni se centró en recortar los subsidios otorgados por el Estado, especialmente aquellos que no eran necesarios. Esta medida incluyó la eliminación de subsidios para más de 202,000 personas a través del programa "Renta Ciudadana", con la condición de que aquellos en condiciones de trabajar que rechazaran ofertas laborales perderían sus beneficios. Se implementó un programa de apoyo para la formación y el empleo para facilitar la transición de estas personas al mercado laboral.

En resumen, el primer año de Meloni en Italia se ha caracterizado por una serie de reformas destinadas a estimular el crecimiento económico y reducir la presión fiscal, lo que ha llevado a una mejora significativa en el mercado laboral y un récord en la creación de empleo. La administración de Meloni tiene previsto continuar con estas reformas en el futuro para seguir impulsando la economía italiana.