Miles de extranjeros anularon sus reservas hoteleras y sus paquetes turísticos hasta el primer semestre del año en el Cusco a causa de las violentas protestas en los primeros días del año.

Una de nuestras principales ciudades turísticas ya no tiene la imagen de Machu Picchu, del Valle Sagrado de los Incas, sino que ahora el viajero ve al Cusco como un lugar en el que se bloquean las vías, se producen enfrentamientos y hasta se destruyen bienes públicos y privados.

Según un representante de la Cámara de Comercio e Industria de Cusco, a causa de la violencia iniciada tras el golpe de Estado de Pedro Castillo en diciembre del año pasado se pierden tres millones de soles cada día en toda la cadena turística.

Las visitas al principal atractivo turístico peruano, Machu Picchu, pasaron de 4 mil 100 a menos de mil, en parte por la afectación al servicio de trenes que brinda la empresa Perú Rail, que ocasionalmente se ve obligada a suspender sus servicios.