Los actos de violencia en el Cusco llegaron a la toma de la planta compresora de Kámani, y su paralización ocasionaría el desabastecimiento de gas natural licuado en cuatro regiones del norte del país.

Esto afectaría a alrededor de 800 mil personas de las regiones de La Libertad, Lambayeque, Áncash y Cajamarca.

“La paralización en la planta de Kámani en Cusco, luego de que esta fue tomada por manifestantes, provoca una restricción en la entrega de gas natural hacia la planta de Pampa Melchorita, generando la suspensión de producción de GNL”, se lee en el documento emitido por la empresa Quavii.

Precisamente esta es la razón por la que se declaró en emergencia los sistemas de abastecimiento de gas natural y los de racionamiento.

La planta de gas natural licuado de Kámani se encarga de proveer a la zona norte y la zona sur del Perú, por lo que la toma de sus instalaciones pone en riesgo continuar con el servicio a la ciudadanía.