Después de que Pedro Castillo leyera el discurso en el que anunciaba la disolución del Congreso de la República, realizó una llamada al comandante general de la Policía Nacional del Perú, Raúl Alfaro, para que ejecute su plan.
A través del celular del entonces ministro del Interior Willy Huerta, ordenó la protección de la casa de sus padres, y las de su premier Betssy Chávez y del también ex PCM Aníbal Torres Vásquez.
Asimismo, pidió que se retire a todo el personal del Parlamento, incluyendo a los congresistas, además de la intervención de la fiscal de la Nación, lo que no fue aceptado de manera categórica por Alfaro.
Ante los hechos el comandante de la PNP decidió informar al jefe de Inteligencia y a otro general de alto rango que estuvieran atentos ante el posible intento de Pedro Castillo de escapar del país.
Y así fue como ocurrió, ya que, en el momento de su detención, el expresidente se encontraba camino a la embajada de México tras ser comunicado de la intervención de la fiscal.
Fuente: CanalB
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