Black Lives Matter, la organización responsable de la brutal violencia en Estados Unidos durante las protestas por la muerte del criminal afroamericano George Floyd, se encuentra al borde de la quiebra financiera tras cerrar sus balances en 2022 con un déficit de 9 millones de dólares.

Documentos muestran que el déficit en la caja de la organización supremacista negra representa el doble de lo que la misma recaudó en el último año, siendo la suma de las erogaciones un total de 17 millones de dólares.

A pesar de esto, continúa con los pagos a políticos, empresas, escuelas, universidades y de gastar en millonarias campañas de marketing, millones de dólares que salen del tesoro de BLM a los bolsillos de los familiares de la fundadora de la organización, Patrisse Cullors.

Las pérdidas se agravan cuando el año pasado BLM registró ingresos por 42 millones de dólares netos, y finalizó el último balance con un total de 30 millones de dólares en activos, esto es, alrededor de 11,75 millones de dólares menos que con lo que inició el pasado año financiero. El grupo gastó dos tercios de los 90 millones que ingresaron en un solo año.