En Argentina se han realizado al menos 30 detenciones relacionadas con saqueos a comercios durante el pasado fin de semana en las provincias de Córdoba y Mendoza. El gobierno ha condenado estos actos, calificándolos como "actos delictivos" que buscan generar confusión en el contexto de la campaña presidencial previa a las elecciones de octubre.

El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, enfatizó que las detenciones han sido realizadas por las autoridades policiales y judiciales, y que muchos de los implicados tienen antecedentes penales. El gobierno no considera estos sucesos como una respuesta social, sino como acciones merecedoras de sanciones legales.

En la provincia de Córdoba, al menos 20 personas fueron detenidas por saquear unos 12 comercios, según informó la policía local. Por su parte, en Mendoza, siete personas enfrentan imputaciones por su involucramiento en actos similares.

A pesar de estos incidentes, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, subrayó que estos saqueos no son expresiones de descontento social, sino intentos deliberados de generar caos y conflicto. También recordó la difícil historia de Argentina con episodios similares durante crisis económicas anteriores, como en 2001 y 1989.

La nación sudamericana se encuentra inmersa en una severa crisis económica, caracterizada por una inflación anual de más del 100% y una tasa de pobreza del 40% de la población.