Por Carlos E. Gálvez Pinillos, publicado en Expreso
El proceso de envejecimiento de nuestra población, es un hecho verificable. Ante esto, la mayoría de los congresistas y políticos en general, no son capaces de identificar el problema previsional que se avizora y, mucho menos, de plantear alternativas de solución que no hipotequen a las futuras generaciones.
El porcentaje de personas mayores de 65 años en nuestro país, bordea el 10% de la población, pero la modernidad, nuevos medicamentos, medicina preventiva y procedimientos médicos puestos a disposición de la humanidad, hacen prever una mayor expectativa de vida que, hará que en poco más de dos décadas, ese grupo etario bordee el 22% de nuestra población.
Por su lado, la menor tasa de embarazo, estimada en 1.9 para 2024, nos está llevando a una reducción de la población joven y en edad de trabajar. El rango de 20 a 65 años en 2024, equivalía a 57% de una población total de 34.4 millones de habitantes, esto significa unos 19.6 millones de trabajadores potencialmente aportantes a un sistema previsional y de salud. Para el 2050, ese segmento se reduciría a 54% de una población total estimada de 39.0 millones, por lo que, los potenciales aportantes activos aumentarían a sólo 21.2 millones.
Si a lo indicado le agregamos el efecto de informalidad laboral de 70%; en el Perú de 2024, contábamos con 13.7 millones de población activa, que debía sostener a 3.1 millones de adultos mayores. Esto significa que, si los niveles de informalidad se mantuvieran al 2050, 14.8 millones de potenciales aportantes, tendrán que sostener a 8.6 millones de jubilados. Vale decir que si en 2024, se requería cien trabajadores formales para sostener a 23 jubilados, para el año 2050, se requerirá de cien trabajadores formales para sostener a 58 jubilados. Esto es un esfuerzo 2.5 veces del actual.
Pero el problema no queda ahí. Se agrava cuando identificamos que, en el sistema de AFP, como resultado de los sucesivos retiros voluntarios (7 y pronto 8), sólo alrededor de 500 mil aportantes activos, habrán acumulado un fondo superior a los 50 mil soles. Lo dicho significa que para el año 2050, tendremos una población de adultos mayores en situación de pobreza del orden de 8 millones.
No espero que los actuales congresistas comprendan la magnitud del problema que siguen generando. Ni siquiera les importa saberlo, pues es evidente que no quieren hacer nada para formalizar el empleo, ni para estimular y proteger los sistemas previsionales y de salud. Todo lo contrario, con tal de imaginarse reelectos en el 2026, están apelando a las debilidades emocionales de nuestra población y legislan sin visión de futuro, agudizando el problema.
Los reiterados proyectos de ley, promoviendo retiros anticipados de las AFP e incluso, de retiros para los aportantes a la ONP (sistema de reparto que no constituye fondo alguno), confirman su desprecio por las generaciones futuras. El Perú ya redujo los fondos previsionales, del equivalente al 20% del PBI, a sólo el 10% de este, y quieren ir por más.
Fuente: CanalB
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