El papa León XIV dio inicio a su pontificado con una misa multitudinaria celebrada en la Plaza de San Pedro, donde más de medio millón de fieles y representantes de 150 países se congregaron para presenciar el histórico evento. La ceremonia, transmitida en directo a nivel mundial y con fuertes medidas de seguridad, marcó el inicio de un liderazgo que promete un enfoque pastoral centrado en la inclusión, la justicia social y la reconciliación.
Durante la homilía, el nuevo pontífice, de origen estadounidense y nacionalizado peruano, hizo un firme llamado a superar las divisiones que afectan tanto a la Iglesia como al mundo. "Demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia y los prejuicios nos alejan de nuestra misión como hijos de Dios", afirmó, al tiempo que expresó su deseo de caminar como un "hermano" junto al pueblo y no como una figura distante. También criticó el paradigma económico actual, señalando que perpetúa la desigualdad y el daño ambiental.
León XIV recibió los símbolos de su autoridad —el palio y el Anillo del Pescador— en una misa cargada de simbolismo y tradición. Desde su llegada en el papamóvil, fue recibido con ovaciones y muestras de afecto por parte de los presentes, entre ellos la presidenta del Perú, Dina Boluarte, quien participó en la ceremonia junto a otros dignatarios. En un gesto significativo, el papa saludó en castellano a la diócesis de Chiclayo, donde fue obispo por varios años, lo que provocó una gran emoción entre los fieles peruanos presentes en Roma.
La jornada también estuvo marcada por momentos personales y emotivos, como el inesperado saludo del papa a su hermano Louis Prevost, con quien compartió un abrazo que rompió el protocolo habitual. Además, un matrimonio peruano que había residido en Chiclayo se acercó a saludar al pontífice, sorprendiendo gratamente al líder de la Iglesia Católica. En Chiclayo, cientos de personas participaron de una vigilia en honor al nuevo papa, con misas, danzas típicas y cánticos que reflejaron el orgullo de la región por uno de sus ciudadanos más ilustres.
El mensaje del papa León XIV ha sido recibido como un gesto de apertura y esperanza en un momento complejo para la Iglesia, marcada por debates internos y escándalos que han afectado su credibilidad. Sin embargo, su postura firme en favor de los derechos humanos, la dignidad laboral y la paz mundial ha sido vista como una señal clara de su voluntad de enfrentar estos desafíos con transparencia y valentía.
Con 69 años y una trayectoria que combina formación académica, experiencia pastoral y trabajo misionero, León XIV hereda un legado exigente. Sin embargo, su primer mensaje ha dejado entrever un estilo cercano, humilde y comprometido con los valores del Evangelio. Bajo su liderazgo, el Vaticano podría encaminarse hacia una etapa de reforma y diálogo, con especial atención a las periferias, tal como lo dejó entrever al dirigirse a los fieles como “hermanos” y no como súbditos.
Fuente: CanalB
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