Saad bin Atef al-Awlaki, líder de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), difundió un video que ha encendido las alertas de los servicios de inteligencia en Estados Unidos. En el material audiovisual, difundido el sábado, al-Awlaki lanza amenazas directas contra el presidente Donald Trump, el vicepresidente J.D. Vance, el empresario Elon Musk y otros funcionarios clave del actual gobierno estadounidense, a quienes acusa de crímenes en Gaza.
El video también insta a países como Egipto, Jordania y los del Golfo a unirse en una ofensiva contra lo que denomina “criminales globales”.
Durante su intervención, al-Awlaki justifica los ataques como una forma de represalia por la ofensiva israelí en Gaza, en la que acusa a Estados Unidos de tener un papel central. El líder yihadista afirma que “la reciprocidad es legítima” y que sus enemigos no tendrán “ni un solo lugar seguro”, incluso amenazando a las familias de los funcionarios estadounidenses. Sus declaraciones van acompañadas de imágenes de las figuras señaladas, como Marco Rubio y Pete Hegseth, en un claro intento de propaganda terrorista.
Analistas advierten que este video busca reposicionar a AQAP como un actor activo en el escenario global del terrorismo islámico, tras años de debilitamiento. La retórica violenta y el enfoque mediático del mensaje indican un esfuerzo por fortalecer su capacidad de reclutamiento y recuperar influencia regional. Al-Awlaki, que asumió el liderazgo del grupo tras la muerte de Khalid Batarfi, ha reiterado su intención de golpear intereses de Estados Unidos y sus aliados.
El Gobierno estadounidense mantiene vigente una recompensa de hasta 6 millones de dólares por información que conduzca a la captura de al-Awlaki, considerado una amenaza activa por su capacidad operativa y financiera. La ONU estima que AQAP conserva entre 3 000 y 4 000 miembros activos, con financiamiento proveniente de actividades como el contrabando de armas, secuestros y robos. A pesar de los golpes sufridos, esta facción sigue siendo una de las más peligrosas del movimiento yihadista global.
Las autoridades estadounidenses ya se encuentran evaluando posibles medidas de seguridad ante las amenazas, mientras intensifican el monitoreo de redes vinculadas a AQAP. El Departamento de Estado ha condenado el video como un acto de incitación al terrorismo y advirtió que cualquier intento de ataque contra ciudadanos o intereses estadounidenses tendrá consecuencias contundentes.
Fuente: CanalB
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