Fuente: EL REPORTE
En las profundidades del Perú, en el Vraem, el terror todavía se viene organizando a cuentagotas y con un plan aún desconocido. Hablamos de Sendero Luminoso (SL), en su remanente armado: el Partido Militarizado Comunista del Perú (PMCP). Este último fin de semana el dominical Cuarto Poder sacó a la luz una verdad cantada. Los remanentes terroristas sí están operativos y su espíritu subversivo sigue intacto: en las imágenes se los ve usando su típica indumentaria negra; también se observa que los paneles de sus campamentos son rojos y tienen marcados los símbolos del martillo y la hoz. Y hasta se puede identificar con pánico una escena calcada del pasado: un grupo de hasta 30 mujeres cantando el himno de los senderistas que sus ancestras entonaban en 1992 cuando estaban recluidas en el penal Castro Castro. Estas secuencias, en las que paradójicamente se ven hasta celebraciones —como si la violencia fuera una excusa para festejar—, fueron obtenidas en la laptop de Víctor Quispe Palomino, conocido en el mundo terrorista como el ‘Camarada José’. El dispositivo había sido decomisado en un meticuloso operativo de nuestras fuerzas del orden, esas que la izquierda hoy trata de asfixiar con sus acusaciones.
La danza macabra
En una de las escenas, que los terroristas registraron en algún rincón del distrito del Vizcatán del Ene (selva de Ayacucho), se ve a un grupo de más de 50 personas, todas vestidas de negro, rodeando a dos parejas que bailan efusivamente huayno.
Saltos y más saltos. La memoria genocida no los entumece.
En otro simple paneo se puede detectar también que las paredes están cubiertas con paneles rojos y en el medio de todas estas hay mensajes adoctrinadores en letras amarillas que por supuesto vienen acompañadas con el típico logo comunista mencionado líneas arriba.
El trono expuesto
En otro momento del reportaje, se comparte una fotografía donde aparece el temible Víctor Quispe Palomino, el ‘camarada José’, quien quedó en la dirección de SL (o PMCP, nueva fachada) tras la muerte de su hermano Jorge Quispe Palomino, el ‘camarada Raúl’, el octubre de 2020 en un enfrentamiento entre sus bloques subversivos y un frente que congregó a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional del Perú.
En esa misma fotografía ‘José’ aparece acompañado de una mujer y un joven de al menos 27 años. Detrás de ellos hay un cartel donde está estampada la frase: “Viva el maoísmo”, una de las corrientes que avivó la vena homicida del extinto cabecilla de SL, Abimael Guzmán, y todo su séquito. Como botones tenemos la Masacre de Lucanamarca (1983) y también la de Cayara (1984), la de Accomarca (1985); así como el ataque a la base militar de Huanta (1983), y muchos más. En total este grupo terrorista asesinó a casi 70 mil personas entre 1980 y 1990, razón por la que cual personaje familiarizado con estas huestes sea en las calles como un NN o en el aparato público como un congresista debe ser investigado a fondo. Nada sin medias tintas.
Las fuerzas violentas
La ruta de Sendero en su guarida en el Vraem es muy clara. Siguen impulsando su ideario y siguen armando —con fusiles de guerra— a sus integrantes, sean voluntarios o secuestrados. En la última Operación Patriota se descubrió que había hasta niños coaccionados para que formen parte de sus filas.
Infancias destruidas
Uno de los momentos más dramáticos es cuando se exhibe una secuencia que es un calco total de lo que pasó en 1992 en el penal Castro Castro. Ese año un grupo de mujeres senderistas prácticamente se apoderaron del centro penitenciario y, uniformadas, llenaron las paredes con mensajes del Pensamiento Gonzalo y dedicaban las mañanas para cantar el himno de su célula subversiva. Esto se ha vuelto a ver en los bloques femeninos que están siendo adiestrados en el Vraem.
“Con el pueblo y el mundo triunfarán. Luminoso Sendero transitamos. Lucharemos sin tregua hasta el final”, cantan las subversivas.
“Nosotros manejamos mucha información. Sabemos del trabajo que ellos realizan. Sabemos por dónde se desplazan. El problema es llegar a esas zonas sin ser detectados por ellos. Porque ellos tienen un radio de acción muy amplio en las cuales ejercen un dominio. Los campamentos que ellos tienen son móviles. Nunca permanecen en un solo lugar. Están en un lugar, luego están en otro, y es en una zona muy ampla del Vizcatán del Ene, en realidad toda la zona del Vraem”, dijo el General PNP, José Zavala, jefe de la Dirección contra el Terrorismo.
Con este decomiso se le dio un duro golpe a Sendero Luminoso, pero la guerra no acaba. En los últimos operativos (Patriota y Perseo) se pudo rescatar a dos menores de edad. Uno de ellos ahora ha mostrado sus dotes con la pelota. Gracias a las fuerzas del orden su futuro ahora será distinto. Llegó la hora de que el gobierno intensifique la búsqueda de José y los remanentes. Los terroristas no pueden seguir destruyendo el país.
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Fuente: CanalB
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