El Perú está encaminado a convertirse en una de las principales potencias portuarias de América Latina, al concentrar el 55 % de la infraestructura proyectada en la región. Así lo aseguró el exministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Barranzuela, quien señaló que esta transformación no es una expectativa lejana, sino una meta alcanzable en un horizonte de entre cuatro y cinco años.

Barranzuela indicó que esta proyección responde al fuerte impulso que está recibiendo el desarrollo portuario en diversas regiones del país. Entre los proyectos más destacados se encuentran el megapuerto de Eten, cuya licitación internacional está próxima a abrirse, así como los terminales portuarios de Chimbote, San Juan de Marcona, Ilo, Tacna y Corío, este último en fase de preparación documental para su futura concesión.

El exministro explicó que cada una de estas iniciativas representa una inversión mínima de 500 millones de dólares, lo que, en conjunto, supone una movilización de varios miles de millones destinados a fortalecer la competitividad del país y dinamizar su economía. Asimismo, recordó que a estos proyectos se suman las ampliaciones ya en ejecución en los terminales norte y sur del puerto del Callao.

Según Barranzuela, este crecimiento portuario se ve potenciado por la posición estratégica del Perú en el Pacífico y su papel como nodo clave para el comercio entre Sudamérica y Asia. En ese contexto, destacó también el potencial del puerto de Chancay como futuro hub regional, que podría compararse en importancia al canal de Panamá por su capacidad para conectar rutas marítimas y ferroviarias con países como Brasil y Bolivia.

Con esta visión de futuro, el país busca consolidarse como eje logístico de Sudamérica, atrayendo inversión extranjera y fomentando el comercio internacional. El reto, precisó el exministro, será asegurar una planificación ordenada y sostenida que permita concretar estos avances dentro del plazo previsto y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.