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¿Y si corregimos el error histórico?, por Ernesto Álvarez Miranda

Publicado el 13 de junio de 2023

Por Ernesto Álvarez Miranda, publicado en Expreso

 

Sistema político es la suma de una ideología; la democrática, por ejemplo, y el conjunto de instituciones destinadas a concretarla; elecciones plurales y competitivas, una asamblea de representantes políticos, separación de poderes, etc. El régimen político es la forma como un sistema político se materializa en un país, encontrando factores condicionantes en su composición social y cultural, en las peculiaridades de su élite política, y en su historia y costumbres.


El tipo de gobierno es un concepto que explica cómo se designa y legitima al gobernante, lo que determina la forma de gobernar. El Perú, al igual que los Estados Unidos de Norteamérica e Inglaterra, tiene un sistema democrático que se ha desarrollado de manera notoriamente diferente. Cuando José de San Martín proclama la Independencia en 1821, solo los otros dos países mencionados tenían un sistema democrático y sus tipos de gobierno eran susceptibles de ser imitados por nuestra ya convulsionada República. En ese año, por ejemplo, Francia vivía la Restauración borbónica y Napoleón moría en la isla de Santa Elena.


Casi los mismos congresistas que en 1823 habían aprobado un tipo de gobierno asambleísta, donde el Ejecutivo solo era una comisión supeditada a las instrucciones del Legislativo, decidían entre junio de 1827 y marzo de 1828 imitar la forma de gobierno de la ya admirable Unión del entonces presidente John Quincy Adams, que en octubre de 1828 perdería su reelección en manos de Andrew Jackson.

 

Como a todos nos consta, el tipo de gobierno “de separación de poderes” denominado comúnmente presidencialismo, no se desarrolló igual en Washington que en Lima. En realidad, funciona en el Norte por una serie de razones, como el bipartidismo producido por su sistema electoral de mayorías, que usa distritos uninominales; por la eficacia tanto de los controles políticos interórganos como de los existentes entre la federación y los estados; o por el increíble prestigio e independencia de su sistema judicial.

 

Por el contrario, la Europa continental que fue saliendo del sistema político autocrático, el típico absolutismo, optó por desarrollar el tipo de gobierno parlamentario, al convertir a sus reyes en jefes de Estado y designar gobernantes a los líderes de las bancadas con mayoría en las Cámaras políticas.

 

Nosotros adoptamos algunos elementos del parlamentarismo en el afán de hacer que el presidencialismo funcione, sin lograrlo en realidad. Luego de fracasar reiteradamente en la elección directa de gobernantes, agotados por la perspectiva sectaria en el ejercicio del gobierno, a lo que se suma el multipartidismo irresponsable. Debemos corregir el error histórico y encontrar el camino hacia el parlamentarismo.

 

 

 

Fuente: CanalB

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