La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aprobó el proyecto de ley que prohíbe la venta, producción y desarrollo de carne sintética, obtenida a través del cultivo celular en laboratorio.

Esta decisión busca salvaguardar el patrimonio y la cultura agroalimentaria del país, y es un claro deslinde con la estrategia de la Agenda 2030.

Franceso Lollobrigida, ministro italiano de Agricultura y Soberanía Alimentaria afirmó que los productos de laboratorio no garantizan la calidad, el bienestar y la protección de la cultura y tradición gastronómica y vinícola italiana.

Se prevé multas administrativas desde los 10 mil euros hasta los 60 mil en el caso de que alguna empresa incumpla esta ley, y se procedería el cierre de su planta de producción por un período de uno a tres años.

Así, Italia se convierte en el primer país en vetar este tipo de comida, a pesar de los intentos de implantar este cambio de alimentación, integrado dentro de la Agenda 2030.