La Cámara de Comercio de Lima (CCL) y el Consejo Consultivo del distrito de Chancay han lanzado una seria advertencia sobre los riesgos que enfrenta el desarrollo del Megapuerto de Chancay, debido a la creciente inseguridad, deficiencias en infraestructura vial y ausencia de planificación urbana.

Con una inversión ya ejecutada de 1,300 millones de dólares y otros 300 millones por venir, las autoridades sostienen que el potencial logístico del proyecto podría verse comprometido si no se atienden estos problemas con urgencia.

Roberto De La Tore, presidente de la CCL, señaló que al menos tres organizaciones criminales estarían operando en la zona, intentando ejercer control sobre el puerto. Alertó que el proyecto de un complejo policial sigue paralizado pese a que ya se cuenta con un terreno donado, y que se requiere una inversión de 27 millones de soles para mejorar cinco comisarías locales. “No hay desarrollo sin seguridad”, reiteró enfáticamente, exigiendo acción inmediata del Estado para frenar el avance de estas bandas criminales.

La situación se agrava por el colapso del puente de Chancay en febrero, que dejó víctimas mortales y ha obligado al tránsito de carga a depender de una estructura provisional. Este puente alterno no está preparado para soportar el flujo proyectado de más de 2,700 tráilers diarios, lo cual podría representar un nuevo cuello de botella logístico si no se reconstruye el viaducto principal. De La Tore denunció que los escombros aún no pueden ser removidos debido a una investigación fiscal pendiente.

Otro punto crítico es la falta de un marco normativo urbano. El Plan de Desarrollo Urbano (PDU) 2024-2034, ya aprobado por el Ministerio de Vivienda, sigue esperando la validación de la Municipalidad Provincial de Huaral. Esta demora impide definir el trazo de una vía de evitamiento clave para descongestionar el tránsito pesado, lo que suma presión a la infraestructura local. Los colegios profesionales del distrito coinciden en que el trazo debe ubicarse por la parte posterior del distrito, descartando otras opciones costosas o inadecuadas.

Tanto la CCL como los actores locales insisten en que se requiere una intervención coordinada y urgente para evitar que el Megapuerto de Chancay, en lugar de convertirse en un motor de desarrollo, se transforme en un foco de problemas estructurales que limiten su operatividad y frenen su impacto económico.