El ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja, anunció una importante actualización en la delimitación del área de reserva arqueológica de las Líneas y Geoglifos de Nasca. La zona protegida pasará de 5 600 a 3 200 kilómetros cuadrados, tras un proceso de revisión técnica y arqueológica que ha tomado más de dos décadas.

El anuncio se realizó durante la cuarta sesión extraordinaria descentralizada de la Comisión de Cultura y Patrimonio Cultural del Congreso, llevada a cabo en Ica.

Según explicó el ministro, la redefinición del área responde al objetivo de sincerar la información acumulada en años de trabajo especializado. La nueva delimitación fue oficializada mediante una resolución viceministerial que establece un área actualizada de 323.593 hectáreas. Esta medida permitirá que la parte liberada esté disponible para diversas actividades, algunas de ellas sujetas a previa autorización del Ministerio de Cultura.

La cartera ministerial recalcó que la reserva arqueológica de las Líneas de Nasca fue establecida oficialmente en 1993 y luego precisada en 2004. Desde entonces, los estudios han permitido un mayor entendimiento de la ubicación y contexto de los geoglifos en relación con el entorno físico, lo que ha hecho posible una mejor definición de los espacios que requieren protección estricta.

El Ministerio aseguró que esta modificación no compromete el área inscrita como Patrimonio Mundial ni su zona de amortiguamiento reconocidas por la Unesco. Tampoco se ve afectado el valor universal excepcional del sitio ni su autenticidad o integridad. La decisión, según la entidad, busca reforzar la eficacia de la protección del patrimonio sin restringir innecesariamente otras actividades en la región.

Pese a la sensibilidad que puede generar una medida de este tipo, el Ministerio de Cultura insiste en que la actualización técnica no implica una pérdida de valor ni de protección para las Líneas de Nasca. Por el contrario, consideran que se trata de una oportunidad para fortalecer la gestión del patrimonio y promover un desarrollo equilibrado en la región, bajo criterios científicos y con respeto por la historia.