Denunciantes del FBI testificaron ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes de los EE.UU. sobre la instrumentalización del FBI como arma política para investigar a ciudadanos americanos de puntos de vista conservadores como terroristas domésticos.
Los informantes testificaron que la agencia tomó represalias en su contra después de que denunciaran cómo el FBI está manipulando los textos que recomiendan cómo tratar los casos de terrorismo doméstico, donde se llegó a incluir grupos provida, católicos y padres molestos por los planes de estudios de los distritos escolares que consideran ideológicamente parciales.
Algunos casos comunes se han convertido en objetivos del Gobierno y tratado como terrorismo doméstico y violento: un padre que asiste a una reunión del consejo escolar, un provida que reza en una clínica, un católico que va a misa.
En total, una docena de denunciantes del FBI disgustados con estas prácticas habrían sufrido duras consecuencias por romper el silencio y atreverse a denunciar la instrumentalización de la agencia como arma política.